Vida sobre fondo blanco

Richard Avedon, Dovima y los elefantes, 1955

El 15 de mayo de 1923 nace en Nueva York Richard Avedon, quizá el fotógrafo de moda más influyente de la historia.  Avedon comenzó su carrera profesional en la prestigiosa revista de moda Harper´s Bazaar, donde acabó siendo Jefe de Fotografía. En las décadas de los 60 y 70 el fotógrafo estadounidense se convirtió en el más importante fotógrafo de moda trabajando también en publicaciones como Vogue, Life o Look.

Richard Avedon, In the American West, 1979

Pero Avedon no solo fue famoso por sus fotografías de moda. En 1963 mostró su lado más comprometido socialmente al fotografiar, en el sur de Estados Unidos, el Movimiento por los Derechos Civiles, imágenes que fueron publicadas en el libro de James Baldwin Nothing Personal.  También fotografió para New Yorker acontecimientos como la Guerra de Vietnam o la caída del Muro de Berlín. En el año 1979 Avedon realizó uno de sus trabajos más importantes, la serie llamada In the american west, que consistía en retratos de la gente de la calle (campesinos, tenderos, prostitutas, conductores, etc.) hechos con una cámara de gran formato a plena luz del día y, algo común en toda la fotografía de Avedon, sobre fondo blanco.

Por otra parte, Richard Avedon tomó fotografías de sus viajes y vivencias personales con cámaras de paso universal, lo que constituye toda una experiencia paralela a su carrera profesional.

Annie Leibovitz, disparos desde la empatía

Annie Leibovitz

El 2 de octubre de 1949 nace  en Waterbury (Connecticut) Anna-Lou Leibovitz, más conocida como Annie Leibovitz. Con 22 años Leibovitz se licenció en Bellas Artes por el Instituto de Arte de San Francisco. Poco después envía un portfolio a la redacción de la, entonces joven, revista Rolling Stone. El editor de la revista, Jan Wenner, quedó sorprendido por la calidad de las imágenes de la fotógrafa y la contrata. En 1973 es nombrada fotógrafa jefe de la revista.  Es a partir de aquí cuando encontramos las instantáneas más icónicas de su carrera. Dos años más tarde, se va de gira con The Rolling Stones y, fiel a su filosofía: “para hacer la mejor foto posible uno tiene que formar parte de lo que sucede, hacer todo lo que hacen ellos, luego puedes estar allí, fundirte con el ambiente y hacer todas las fotos que quiera”, cae en la dinámica de drogas y salvajismo de la banda británica.

Annie Leibovitz, John Lennon y Yoko Ono, 1980

En el año 1980, consagrada ya como la mejor fotógrafa del mundo de la música, fotografía a John Lennon y Yoko Ono. Leibovitz se enfrenta a sus editores, que querían que solo apareciera Lennon. La fotógrafa capta una imagen que pasó a la historia: Lennon y Ono desnudos, él acurrucado abrazandola a ella, rígida. La fotografía refleja el amparo que Lennon encontró en la artista japonesa. Ahí radica una de las mayores virtudes de la fotografía de Leibovitz: captar no solo a las personas sino los sentimientos y relaciones de las personas. El propio Lennon llegó a afirmar que solo le gustaba ser fotografiado por Leibovitz, ya que la americana era la única que captaba su esencia, sin poses ni miradas pretenciosas. La instantánea cobra más fuerza  horas después de ser tomada, cuando Mark David Chapman asesina al exBeatle en la puerta del edificio Dakota.

El miliciano que murió dos veces

Robert Capa, Muerte de un miliciano, 1936

En el año 1936 Robert Capa fotografío a un miliciano republicano en el momento en que moría. El miliciano muerto pasó a la historia como la primera instantánea que captó la muerte. Según la versión oficial. El documental La sombra del iceberg (Hugo Doménech y Raúl M. Riebenbauer, 2007) cuestiona que la fotografía fuera real mediante una serie de argumentos inapelables. Ya en 1975 Alex Kershaw, en su libro The First Casualty, declara que la fotografía no es más que una puesta en escena. Esta afirmación no hizo ninguna gracia en el entorno de Capa, sobre todo desagradó a Richard Whelan, biógrafo oficial del fotógrafo y principal artífice de la magnitud de la leyenda de Capa. La versión oficial dice que ese día solo murió un hombre, pero en la serie de fotografías de Capa aparecen dos muertos: el mítico miliciano y otro. Y salta a la vista que no es la misma persona pese a que las fotografías tienen casi idéntico encuadre, por lo que se hicieron seguidas. Según el cineasta Patrick Jeudy, Robert Capa le pidió a los milicianos que posaran para conseguir las fotografías que necesitaba. Dado que la imagen que muestra al soldado que realmente murió resta credibilidad a la famosa, la primera fue desapareciendo paulatinamente de la historia de la fotografía. Es el forense Fernando Verdú quien da más razones para creer que la fotografía es un montaje. Verdú explica que no encontramos indicios de un impacto con arma de fuego, ya que no hay destrozo craneal ni sangre en la inmaculada camisa blanca del miliciano. Por otra parte, el personaje viene corriendo y cae, por lo que se necesitaría un disparo cercano y con un arma de gran calibre, tampoco es el caso en la Guerra Civil. El último argumento que da Verdú es que la mano izquierda del miliciano debería estar relajada al estar muerto, y no totalmente en tensión como la observamos en la fotografía.

Carlos Spottorno y la fotografía multimedia

Panama Children (La hora del recreo), 2010

El pasado viernes 4 de noviembre y con motivo de las becas El Invernadero coordinado por Cienojos, tuvo lugar en las Puertas de Castilla la conferencia del fotoperiodista Carlos Spottorno (Budapest, 1971). Este fotógrafo se dedica desde el fotoperiodismo hasta la creación publicitaria pasando por fotografía documental y fotografía publicitaria entre otros. Fue ganador de un World Press Photo en 2003 gracias al reportaje que hizo después del hundimiento del Prestige. Ha trabajado para medios como National Geographic, The New York Times, Le Monde o El País y actualmente colabora con distintos proyectos de Getty Images. Tiene publicados tres libros, History Seekers, China Western y La hora del recreo, siendo además el autor individual en los dos primeros.

En la conferencia, Spottorno presentó tres de sus trabajos. El primero de ellos, titulado China Western, trata sobre el oeste de China, una zona estratégica en la que confluyen los chinos (han), la población autóctona, el islam y los pozos petrolíferos. Una zona en la que se palpa la tristeza gris de un país industrializado según los cánones del comunismo soviético y la relación complicada entre sus habitantes. El libro de Spottorno es el primer libro de fotografía existente que trate sobre esa zona.