La conferencia
consistió en el visionado de algunos de los trabajos realizados por Walter,
concretamente los titulados Kenia (2008): Violencia post-elecciones, Madagascar
(2009): Baño de sangre, Haití (2004-2006) y las fotografías del proyecto de
Violencia contra las mujeres. Después del visionado de las imágenes Walter
contestó a las preguntas formuladas por los asistentes sobre su trabajo y los
sentimientos que le provocan sus propias imágenes. El fotógrafo aseguraba que sentía
‘‘impotencia y enfado a la hora de realizar las fotografías pero, al día
siguiente, es mucho peor verlas, sobre todo cuando las fotos son mal
publicadas, y en contextos erróneos, por los medios. Se desinforma en vez de informar. ’’ Con respecto a su trabajo, declaraba que el tan solo trata de mostrar lo que ve para conseguir una reacción en el público ‘‘que la gente se mueva. Tenemos que emocionarnos para reaccionar. ’’ Cuando uno de los asistentes le preguntaba sobre cuánto le costaba hacer imágenes tan impactantes y si los fotografiados se lo permitían Walter contesto que ‘‘donde más me costó hacer fotos fue en Madrid, donde un policía me quiso quitar la cámara. ’’ Asegura que los fotografiados en situaciones tan dramáticas apenas se dan cuenta de la existencia del fotógrafo y cuando hablaba de lo peligroso que resulta su trabajo decía que ‘‘corro menos peligro porque me acerco al hecho. Cuanto más cerca, menos desapercibido pasas. De hecho, si te acercas es que te importa lo que está pasando. Acercarse es una cuestión de seguridad’’.
publicadas, y en contextos erróneos, por los medios. Se desinforma en vez de informar. ’’ Con respecto a su trabajo, declaraba que el tan solo trata de mostrar lo que ve para conseguir una reacción en el público ‘‘que la gente se mueva. Tenemos que emocionarnos para reaccionar. ’’ Cuando uno de los asistentes le preguntaba sobre cuánto le costaba hacer imágenes tan impactantes y si los fotografiados se lo permitían Walter contesto que ‘‘donde más me costó hacer fotos fue en Madrid, donde un policía me quiso quitar la cámara. ’’ Asegura que los fotografiados en situaciones tan dramáticas apenas se dan cuenta de la existencia del fotógrafo y cuando hablaba de lo peligroso que resulta su trabajo decía que ‘‘corro menos peligro porque me acerco al hecho. Cuanto más cerca, menos desapercibido pasas. De hecho, si te acercas es que te importa lo que está pasando. Acercarse es una cuestión de seguridad’’.
Madagascar: Baño de sangre |
Congo: Violencia post-elecciones |
Femicidio en Guatemala |
Queda claro que con imágenes tan impactantes y llenas de sangre a nadie se le ocurre pensar en el morbo que provocan ya que este es inexistente. La labor de estas fotografías es concienciar a la sociedad, de educarla y formarla, de hacer que reaccione ante el abuso, la vejación y la violencia. Y sin duda, es esta la labor que Walter Astrada desempeña a la perfección.
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